Un buen amigo nuestro, Elias nos realizó este adorno para la pared. Es una talla de una sola pieza, no tiene enlaces ni cortes. Es de madera (estas figuras son bastante accesibles en el mercado actual, sin embargo la mayoría están hechas de resina de poliuretano y con molde) esta está tallada y trabajada a mano.
La madera está envejecida por un sistema que nuestro amigo probó y que no he oído hablar de él por ningún sitio. La pieza de la madera se enterró durante meses en estiercol húmedo y él iba vigilando que no se pudriese, pero sí envejeciese. Una labor de muchos meses, poco olvido y constante revisión.El resultado es precioso.Yo me encagué de darle darle una mano de betún de judea y posteriormente le dí una pátina de oro, muy suave, para dar a la figura un aspecto antiguo y suave que resaltara las partes salientes de la talla, quedando con el betún de judea las partes más profundas oscurecidasRepresenta una cesta de flores.Podríamos haber optado por pintar las flores de colores, sin embargo nos pareció mucho más interesante, hacerlo de la forma que os he descrito.
Hoy luce en nuestra casa rural el Capricho de Andrea. Podéis ver más imágenes en
